El Comité sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas finalizó hoy dos días de revisión de la situación de la infancia en Rusia, en los que manifestó su preocupación por el aumento de la propaganda bélica en las escuelas de ese país, y recordó las más de 500 víctimas infantiles de la guerra de Ucrania.

Según el comité, que inició este lunes la revisión en presencia de una nutrida delegación del Gobierno ruso, las escuelas estatales llevan a cabo labores de propaganda con el fin de promover ciertas perspectivas políticas en torno a conflictos como el ucraniano.

La delegación rusa, liderada por el viceministro de Trabajo y Protección Social Alexei Vovchenko, aseguró que los profesores en Rusia tienen prohibido coartar políticamente a sus alumnos.

El comité mostró su preocupación por el posible retorno a las escuelas rusas de formas de entrenamiento militar, ante lo cual la delegación de Rusia admitió que en septiembre de 2024 se introducirá una asignatura que incluirá «estudiar elementos básicos de protección de la patria».

En la asignatura se informará a los alumnos sobre las fuerzas armadas rusas, distintos tipos de armamento y se les presentará el servicio militar, aunque la delegación rusa aseguró que en esa materia no se enseñará a los estudiantes el uso de armas letales.

Se debatió también el nuevo Movimiento del Primero, organización juvenil creada en 2022 y que ya cuenta con un millón de miembros, y ante el que el comité de la ONU manifestó su preocupación por su finalidad, que según la parte rusa se limita a apoyar la educación de los niños y ayudarles en su formación vocacional.

El comité de Naciones Unidas recordó que en los casi dos años de invasión rusa a Ucrania han muerto asesinados por ataques al menos 302 niños y 243 niñas, unas cifras que rechazó la delegación rusa, así como las acusaciones de deportación forzada de menores ucranianos a su territorio.

La delegación aseguró que más de tres millones de residentes en Ucrania, incluidos niños, han sido «aceptados» en Rusia y no deportados, y que en la mayoría de los casos de menores que cruzaron la frontera lo hicieron acompañados por sus padres o tutores.

El comité mostró por otro lado preocupación por denuncias de abusos y maltrato de niños LGBTIQ en Rusia, por posibles casos de maltrato en centros de detención y orfanatos, y por el extendido uso del castigo corporal, que según los sondeos todavía es apoyado por un tercio de los padres en Rusia.